PARTE V
Vamos cumpliendo obligaciones que nadie nos impone, y encima nos pensamos afortunados por hacerlo. Nos hacen creer afortunados de que “al menos tenemos la posibilidad de cumplirlas”. ¿Cuántas veces usted pensó realmente en lo que está haciendo y en las ganas de hacerlo, en la voluntad? Hay que buscar las causas en nuestros actos. Desde los que consideramos más primitivos hasta los más complejos, socializados y especiales.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
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